Tómate tu tiempo y contempla las vistas espléndidas que tienes ante ti: las majestuosas montañas, la pacífica costa y los extensos arrozales… Deja que las pinceladas de la naturaleza graben las imágenes en tus recuerdos.
Admira las gratificantes etapas que jalonan el camino, ya sea la tranquilidad reparadora de las aguas termales o las innumerables delicias culinarias que maravillarán tu paladar.
Empaca junto a tus pertenencias los deliciosos e inesperados souvenirs, desde los más modestos hasta los más sofisticados, y atesora los más sorprendentes, aquellos que pueden cambiar el devenir de tu periplo.
El tiempo es tu mejor aliado si quieres mantenerte perspicaz, metódico y paciente. Solo así evitarás perderte nada de esta singular ruta y podrás saborear al máximo la experiencia que ofrece el Tokaido.
